Sola por las noches, entras en mi vida…
Desnudas mis deseos, así como mi cuerpo…
Y mi piel solo me sirve, como perceptora de tu pasión…
Tus ojos en los mios, predicen el tormento…
El mismo que me lleva de paseo por el cielo…
Tus manos aferradas, ya no son mas de tu cuerpo…
Si no que son mías, mis entrañas entregadas…
Y mi aliento el que respiras, te lo adueñas por completo…
Así hasta asfixiarme, todo un mágico momento…
Mis ansias yo te entrego, para así no ser asaltada…
Y tu sin misericordias, sin culpas ni rodeos…
Me tomas por completo…
En el paseo me macero, me empapo…
Y ni lo intento, solo soy de tus deseos…
Victima impune, sacrilegio…
Más de nada me arrepiento…
Solo díselo a este cuerpo…
Que en un intento fallido…
Quiso sentirse tu dueño…